La
placenta es una estructura redondeada en forma de disco de unos 25 cm de
diámetro y unos 2,5 cm de grosor (hacia el final del embarazo) que adosada a la
cara interna del útero materno le permite al bebé nutrirse mediante la
extracción de los elementos necesarios provenientes de la sangre materna.
El
bebé está unido a la placenta mediante el cordón umbilical, que es un conducto
vascular encargado de llevar la sangre (con desechos y sin oxígeno) desde el
bebé hasta la placenta, para que se haga el intercambio necesario con la madre
y retornar oxigenada y rica en nutrientes hacia el bebé. El intercambio se da a
través de la placenta pero funcionando como una barrera muy efectiva que solo
permite el paso de sustancias bien determinadas y sin mezclar la sangre del
bebé con la de su madre
La
placenta es una estructura de origen fetal, la placenta pertenece al bebé y no
a la madre, de hecho, las características genéticas de la placenta son
idénticas a la del bebé en formación. Es es una torta
redonda, morada, sanguinolenta, fláccida, es
un órgano maravilloso y fundamental para que exista alguna posibilidad de
embarazo.
Funciones
de la Placenta:
Nutrición: la placenta es un órgano que permite la alimentación
ininterrumpida del feto en desarrollo.
Cuando las circulaciones materna y fetal se encuentran (separadas por la
placenta) el bebé extrae de la sangre materna todos los elementos que le son
necesarios para su existencia: Oxigeno, Aminoácidos (proteínas), Ácidos grasos
(grasas) y Glucosa (carbohidratos). Lo que come la madre nunca le llegara directamente
al bebé, nunca tendrá hambre y siempre obtendrá alimentos aún cuando la madre no
hayas comido.
Eliminación
de desechos: el feto transfiere a su madre los productos de desecho que se
producen por su metabolismo y que no puede eliminar por si solo dado que sus
órganos son inmaduros y que se encuentra en un claustro aislado del mundo
exterior; así, se podría decir que la placenta permite al feto purificar su
sangre utilizando los órganos maternos.
Funciones
endocrinas: la placenta produce hormonas que permiten la permanencia del
embarazo y modifican el metabolismo y las funciones fisiológicas maternas para
la subsistencia del bebé en crecimiento.
La hormona placentaria más conocida es la que dio origen a la prueba de
embarazo. Si, la prueba de embarazo se
hace positiva gracias a que la placenta produce la Gonadotropina Coriónica
Humana (hCG),
hormona que permite el embarazo en sus etapas precoces (y otras múltiples
funciones posteriores sobre la madre) y que de manera secundaria nos permite
detectar un embarazo antes de que siquiera lo podamos ver por Ecosonografía.
Tolerancia
inmunológica: la placenta y los profundos cambios inmunológicos que imprime el
embarazo sobre la madre permite que el feto no sea atacado por el sistema de
defensa de la madre. La placenta juega
un papel fundamental para “esconder” al bebé del sistema inmunológico de la
madre y evitar su rechazo: si esto no fuese cierto, el sistema inmune activaría
sus anticuerpos y células de defensa para atacar al bebé y “eliminarlo” del
claustro materno.
Protección
biológica: la placenta se comporta como un excelente filtro que impide el paso
de muchas sustancias, parásitos, virus y bacterias que pudiesen afectar al
bebé. La placenta no es perfecta en este
aspecto y desgraciadamente una lista importante de agentes pueden ganar acceso
al bebé y causarle daños importantes: alcohol, cigarrillo, fármacos fetotóxicos,
rubéola, toxoplasmosis, sífilis, etc.
Protección
física: la placenta, las membranas de la “Bolsa de Aguas” y el líquido
amniótico que ellas engloban proporcionan un ambiente cerrado, estéril y de
temperatura controlada que mantienen al bebé completamente aislado de los
factores físicos que podrían generarle problemas: golpes, cambios bruscos de
temperatura, infecciones bacterianas, etc.
Así
es, la placenta le permite al feto parasitar a su madre para poder nutrirse,
vivir, crecer y mantener su propio embarazo.
El bebé no da a cambio nada a su madre desde un punto de vista
beneficioso para ella, pero le permite entregarle, finalmente, el milagro de la
vida.
*A continuación se añade un vídeo donde se explica el proceso, dicho vídeo se elaboró en colaboración grupal.
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