La
fecundación, también llamada concepción, se produce cuando un espermatozoide
consigue introducirse en un óvulo u ovocito atravesando su membrana.
Los
espermatozoides, atraídos por las substancias que emite el ovocito,
atraviesan el cuello del útero, la cavidad uterina y se encuentran con el óvulo
en una de las trompas de Falopio, cuyas vellosidades son las encargadas de
transportar al óvulo hacia la cavidad uterina. La velocidad con la que el ovocito
se mueve a través de la trompa es de 1,22 mm por minuto. Los espermatozoides,
por su parte, se desplazan a 2-3 mm por minuto. El tiempo que tarda un
espermatozoide en llegar hasta el ovocito es de unos 50 minutos. Después de que el óvulo ha sido fecundado, se
transforma en una nueva célula denominada cigoto o célula huevo y comienza a
descender por la trompa hacia el útero. Durante ese trayecto se inicia el
proceso de la segmentación en el cual las células del cigoto se van dividiendo
sucesivamente en 2, 4, 8, 16,... formando una estructura sólida similar en su
forma a las moras, denominada por ello mórula.
Al
quinto día post fecundación, el embrión, denominado en este estadio blastocito,
ha llegado al útero. Entre dos ó cinco días más tarde se produce la
implantación del embrión en la membrana uterina (llamada también endometrio),
la cual fue preparada durante la fase lútea por la acción de la hormona
progesterona para acoger al embrión. Muchas mujeres experimentan durante este
proceso lo que se le da el nombre de sangrados de implantación. Otro fenómeno
que puede acompañar el proceso de implantación es una bajada de la temperatura
basal durante uno o dos días.
*A continuación se añade un vídeo elaborado en colaboración grupal donde se explica este `
proceso.
0 comentarios: