Sentido del Equilibrio.

Uno de los sentidos fisiológicos más importantes del cuerpo humano es el equilibrio o equilibriocepción, el cual se desarrolla durante diversas fases a lo largo de los primeros años de vida y en algún momento de la edad adulta, comienza a declinar.
El nervio vestibulococlear (ubicado en el oído interno) envía señales a diversas partes del sistema nervioso central, principalmente el cerebelo, las cuales contribuyen a mantener el equilibrio (función vestibular). Sin embargo, también se requiere el buen funcionamiento de los ojos, articulaciones y músculos, de manera que si uno o más de estos sistemas no trabajan en forma adecuada, una persona puede enfrentar dificultades para moverse o ponerse de pie, andar en bicicleta o realizar ciertos ejercicios. 


El sentido del equilibro es producto de tres sistemas separados que trabajan de la siguiente forma:
Numerosos sensores de presión ubicados en cuello, torso, articulaciones de las piernas y pies transmiten señales al cerebro para informar dónde está el cuerpo respecto al entorno (propiocepción). Los mensajes se envían, por ejemplo, cuando giramos la cabeza, nos movemos y caminamos sobre superficies diferentes.
El aparato vestibular que se ubica en el oído medio está involucrado en la percepción del equilibrio y la estabilidad. Cuando giramos la cabeza rápidamente, el líquido de los canales semicirculares (órgano del oído interno que junto con el sáculo y utrículo determinan el equilibrio dinámico del cuerpo humano) mueve los pequeños vellos que mandan un mensaje (a través del nervio vestibulococlear) al cerebelo acerca del movimiento. En menos de un segundo, el cerebelo transmite mensajes a los músculos necesarios para mantener el equilibrio, y ayuda a los ojos a permanecer enfocados.
Por otro lado, en la parte posterior de los ojos, las terminaciones nerviosas de la retina tienen células sensibles a la luz llamadas conos y bastones. Cuando observamos algo, la luz llega a la retina, mientras bastones y conos envían señales eléctricas al cerebro a través del nervio óptico, a fin de interpretar lo percibido y crear imágenes visuales. Asimismo, determinar la profundidad (a qué distancia está un objeto), es vital para mantener el equilibrio.
Si alguno de estos sistemas no funciona adecuadamente, el sentido del equilibrio se ve afectado.

*A continuación se añaden unos esquemas explicando lo referente a la fisiología del sentido del equilibrio.






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