Cuando
es nuestra voluntad mover alguna parte de nuestro cuerpo, en
el cerebro se genera un impulso nervioso que es transmitido a través
de las neuronas motoras, y viaja hasta el extremo del axón, el cual hace
contacto con nuestros músculos en la llamada unión neuromuscular.
Cuando
el impulso nervioso llega a la unión neuromuscular, ésta libera una sustancia
llamada Acetilcolina.
La
Acetilcolina penetra la fibra muscular, pasando a través de los Túbulos
"T", hasta llegar a la miofibrilla, momento en el cual la fibra
muscular libera el Calcio que tiene almacenado.
Al
interior de la miofibrilla se pueden distinguir los filamentos de Actina y
Miosina y, de ésta última, sus cabezas.
El
Calcio liberado en la fibra muscular se distribuye entre los filamentos de la
miofibrilla.
El
filamento de Actina se distinguen la Tropomiosina y la Troponina, mientras en
el de Miosina se distingue la presencia del Adenosin-Trifosfato (un enlace de
"adenosin" con tres moléculas de fosfato) o ATP.
La
Tropomiosina cumple dos funciones complementarias:
Previene
que entren en contacto la Actina y la Miosina, cuando el músculo debe estar
relajado.
Facilita
el contacto de la Actina y la Miosina, cuando se requiere la contracción
muscular
La
Troponina, por su parte, tiene el potencial de enlazar su molécula a algún ión
de calcio, cuando ha de producirse una contracción, dando lugar a la función de
la Tropomiosina.
Por
lo que respecta a la molécula de ATP, ésta constituye en sí misma el reservorio
para el almacenamiento de la energía necesaria para que se lleve a
cabo la contracción muscular.
Una
vez que el filamento de Actina está físicamente dispuesto para entrar en
contacto con el filamento de Miosina, y por efecto de la presencia de un ión de
magnesio en este filamento, se desprende de la molécula de ATP uno de sus
tres fosfatos, el cual es captado por la Creatinina. Así el ATP
se convierte en una molécula de Adenosin-Difosfato (un enlace de
"adenosin" con dos moléculas de fosfato) o ADP, mientras la
Creatinina, más el fosfato que captó se convierte en Fosfocreatina o
CP.
Con
dicho desprendimiento, la energía química almacenada en la molécula
de ATP se convierte en la energía mecánica que hace que se mueva la
cabeza del filamento de Miosina, jalando a la Actina, y volviendo
inmediatamente después a su posición original.
Es
entonces la Fosfocreatina (CP) reacciona ante la presencia de la enzima
CPK y libera su fosfato, donándolo a la molécula de ADP, la cual se convierte
nuevamente en ATP, y queda lista para un nuevo ciclo en el que esa misma cabeza
de Miosina contribuirá a la contracción de un músculo.
Por
su parte, la CPK ya utilizada, se va al torrente sanguíneo, de donde luego será
eliminada.
*A continuación se añade un vídeo explicando la fisiología de la contracción muscular.